[vc_row][vc_column][tm_heading style=»thick-separator» tag=»h5″ custom_google_font=»» google_fonts=»font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal» text=»Plantas Fotovoltaicas Flotantes (FPV): Una tecnología en alza que iluminará nuestro futuro» font_size=»lg:32″][vc_column_text]

En 2019, la capacidad global instalada de FPV alcanzó más de 1,6 GWp, un aumento de más del 35% respecto del año anterior. Con un claro liderazgo de los países asiáticos, el mercado de la energía solar flotante comienza a crecer con fuerza en Europa, donde ACCIONA acaba de inaugurar la primera planta de este tipo conectada a la red eléctrica en España. Un verdadero laboratorio vivo de innovación para seguir avanzando hacia la meta: la descarbonización de la matriz eléctrica mundial.

Son espejos instalados sobre el agua: paneles unidos que forman una isla, capaces de captar la luz solar que reciben de forma directa y la de rebote. Las plantas fotovoltaicas flotantes (FPV) tienen múltiples ventajas respecto de las plantas solares en tierra firme. Una de ellas es que el agua evita que las placas se sobrecalienten, es decir, las refrigera y así se conservan en excelente estado por más tiempo, tanto en estructura como en funcionalidad y eficacia. Esto, sumado a la escasa presencia de polvo, mejora su rendimiento energético en un 10-15%. Además, pueden ser instaladas en grandes espacios, ocupando un mínimo de suelo, lo que es particularmente relevante en regiones con disponibilidad de tierra limitada o con fuerte competencia para su uso agrícola.

A ello se suma que las FPV reducen la pérdida de agua debido a la evaporación, mejoran la calidad del agua por el menor crecimiento de algas y son relativamente fáciles de instalar, todo lo cual puede compensar la mayor inversión inicial que implica esta tecnología respecto de la montada en tierra. Según el informe Where Sun Meets Water, del Instituto de Investigación de la Energía Solar de Singapur con la participación del Banco Mundial, la capacidad global instalada de fotovoltaica flotante alcanzó más de 1,6 GWp en 2019, un aumento de más del 35% en comparación con 2018. De acuerdo al mismo estudio, en un escenario muy conservador, el potencial mundial será de 400 GW, que es aproximadamente la capacidad total de la energía solar fotovoltaica que había instalada en todo el planeta a fines de 2017. ‘Estamos frente a la transformación más rápida del sistema eléctrico en su historia y, a la vez, la más democrática. Vivimos en una sociedad donde la electrificación del consumo es la norma, y eso hace crecer la demanda de las industrias por energía. Además, estamos enfrentando el desafío de la descarbonización, ya que la producción de la energía es hoy responsable de dos tercios del CO2 generado en el mundo.

La única forma sensata de abordar la demanda por electricidad es la búsqueda de nuevas tecnologías y enfrentar el problema generando el menor impacto ambiental posible, instalando la sostenibilidad energética en la conversación diaria y apostando a la innovación’, dice José Ignacio Escobar, director general de Energía para Sudamérica de ACCIONA. Ejemplo de esa innovación es la primera planta fotovoltaica flotante conectada a la red eléctrica en España que la compañía inauguró este año. Ubicada en Extremadura, en el embalse de Sierra Brava, ‘en ella se estudiarán diversos tipos de tecnologías de paneles solares y de configuraciones en cuanto a inclinación, colocación y orientación, entre otros parámetros, así como diversas estructuras de flotación. Sierra Brava genera hoy 1,125 MWp, el consumo anual equivalente para 300 hogares o una pequeña industria’, explica Escobar.

Implementación en relaves mineros

Si bien la idea de instalar paneles fotovoltaicos en lagos, embalses de centrales hidroeléctricas, embalses agrícolas, estanques industriales y áreas costeras nació en Asia —continente con alrededor del 95% de la capacidad total de FPV mundial—, Europa y Estados Unidos se han hecho eco de esta tendencia con varios megaproyectos construidos y otros por construir. El mercado europeo, por ejemplo, más que triplicó su capacidad instalada de energía solar flotante en 2019. En Chile existen muy pocos proyectos de esta índole operando, a pesar de que ‘la industria que desarrolla, construye y opera centrales fotovoltaicas está totalmente preparada para instalar plantas FV flotantes en nuestro país. No vemos ninguna limitación técnica para ello’, dice Carlos Finat, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA). Y agrega: ‘Desde la perspectiva del mercado eléctrico no hemos detectado que existan restricciones para la instalación de estas plantas que emanen de la normativa vigente’. Por lo tanto, a juicio de Finat, el desarrollo de dicha tecnología en nuestro país dependerá de cuán atractivos sean los casos de negocios.

‘En relación con esto último, ciertos elementos que podrían obrar en favor de esta clase de iniciativas son el costo y la disponibilidad de suelos, que pudieran hacer más atractivo usar un determinado reservorio de agua o de relaves, o las sinergias que podría haber en ciertos proyectos por la instalación de una central en un reservorio específico, para reducir la evaporación y aprovechar la cercanía con la demanda, entre otros’, dice. Precisamente, uno de los grandes atributos de las plantas solares flotantes es que se hacen cargo de un pasivo ambiental: las evaporaciones de los relaves. El ministro de Minería, Baldo Prokurica, destaca que al ser Chile un país minero existen condiciones únicas para desarrollar de buena forma esta tecnología. ‘La gran mayoría de los relaves activos que tenemos poseen un potencial muy importante para poder instalar paneles solares, porque son superficies planas. Y estas plantas evitan la evaporación del agua, un elemento muy escaso hoy en día, especialmente en el norte’.

El ministro destaca el caso del tranque de relave Las Tórtolas, de la mina Los Bronces de Anglo American Chile, donde se emplazaron 256 paneles fotovoltaicos con capacidad para generar 86 kW. ‘Los estudios que manejamos han constatado que instalar una de estas plantas sobre el relave evita la evaporación de agua en un 18%. Son muchos litros de agua que pueden recircular con la misma energía que generan los paneles solares; alimentan bombas que se pueden reimpulsar hacia la faena y reutilizar nuevamente. Por lo tanto, estamos frente a una experiencia de nivel mundial que podría llegar a generar hasta 50 MW’, explica.

Fuente: El Mercurio[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=»lg:30″][/vc_column][/vc_row]