[vc_row][vc_column][tm_heading style=»thick-separator» tag=»h5″ custom_google_font=»» google_fonts=»font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal» text=»Opinión – Desafíos logísticos del sector eólico» font_size=»lg:32″][vc_column_text]

Columna de Carla Tapia, Consejera de ACERA.

En los últimos meses pocos han quedado ajenos a la ardiente discusión en torno a los plazos para descarbonizar nuestra matriz de generación eléctrica y los compromisos que el país debiera asumir al respecto. Si bien aún no hay consenso con respecto al plazo, lo cierto es que las energías renovables llegaron para quedarse y la descarbonización dejó de ser un sueño lejano.

En lo que a energía eólica respecta, actualmente ya se cuenta con más de 2GW de capacidad instalada en Chile, que representa casi un 10% de la generación del sistema eléctrico nacional y sólo durante 2021-2022 se instalarán otros 2GW de parques eólicos, principalmente correspondiente a los proyectos comprometidos en las licitaciones del mercado regulado de 2016. La tecnología ha evolucionado y si antes hubiera sido necesario instalar cerca de 1.000 aerogeneradores para dicha capacidad (2 GW), hoy seguramente bastará con unos 500 o incluso menos. Sin duda una buena noticia en términos del aprovechamiento territorial. Sin embargo, no viene libre de desafíos. Hablamos de gigantes de entre 4MW y 6MW de capacidad nominal y más de 140m de diámetro de rotor que continuarán llegando a nuestros puertos y transitando nuestras carreteras. Una serie de componentes que por sus dimensiones y peso necesitan ser escoltados para velar por la seguridad y fluidez del tránsito, minimizando el impacto para el resto de los usuarios y velando por la protección de la infraestructura vial. Pero ¿es realmente necesario que esta escolta y supervisión sea realizada exclusivamente por Carabineros de Chile? La respuesta probablemente es no. Dado el volumen de proyectos en desarrollo en algunas zonas del país, es razonable pensar que esta institución no tenga suficientes funcionarios como para asegurar una movilización fluida de componentes, ni tampoco debiera ser su prioridad si tomamos en consideración su labor esencial de orden público y otros compromisos con la ciudadanía.

Debemos tomar en cuenta que, de acuerdo con la regulación actual, para transportar un aerogenerador se requieren -en promedio- escoltas para unos cuatro convoyes que van cambiando al pasar de una jurisprudencia a otra, como es el caso de viajes interregionales. Esta escasez de personal y coordinación decanta en retrasos y costos adicionales serios.

Otros países se han visto enfrentados a desafíos similares y se han logrado soluciones responsables con las autoridades. Estudios de ruta con conceptos de transporte bien formulados son imprescindibles. Si estos son aprobados por la dirección de vialidad, no debiese haber inconveniente en que sean empresas privadas expertas en transporte y seguridad vial las encargadas de escoltar y asegurar el correcto cumplimiento del plan de transporte comprometido. Si logramos dar este paso, podremos descongestionar los puertos actualmente colapsados, cumplir los plazos de entrega que hoy se ven amenazados y mantener controlados los costos de los proyectos.

Recién cuando hayamos logrado este paso podremos decir que la energía eólica será protagonista de una exitosa transición energética en Chile. La retirada de cerca de 5GW de capacidad instalada de centrales a carbón no puede prescindir de ninguna fuente de energía renovable y no puede enfocarse sólo en los desafíos técnicos y la estabilidad eléctrica del sistema. Se necesitarán esfuerzos coordinados y multisectoriales, cambios regulatorios, flexibilidad y sentido de urgencia. Hablamos de proyectos estratégicos y de interés nacional y confiamos en que sean tratados como tales.

Fuente: Reporte Sostenible[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=»lg:30″][/vc_column][/vc_row]