Chile está firmemente comprometido con la descarbonización y la transición hacia una economía más verde. El hidrógeno verde y el almacenamiento de energía renovable son los cimientos de esta transformación. El almacenamiento permite la electrificación de la economía de manera eficiente, mientras que el hidrógeno verde facilita descarbonizar sectores de la economía que no se pueden electrificar. Más importante aún, el H2 verde abre oportunidades para la exportación masiva de Producto/ products químicos carbono-neutrales_, como el metanol verde, el amoníaco verde y los e-fuels.

En línea con su objetivo de ser carbono neutral para 2050, Chile está trabajando en la instalación de una impresionante capacidad de generación renovable. Sin embargo, la mayoría de estas fuentes, como la solar y eólica, son variables. Para superar esta variabilidad y garantizar un suministro constante de energía, se requerirá una significativa inversión en almacenamiento.

El almacenamiento también desempeña un papel fundamental en la gestión de la producción excesiva de energía, evitando vertimientos fotovoltaicos y horas a coste marginal cero. Esto maximiza la rentabilidad de las energías renovables, aprovechando al máximo la capacidad instalada y mitigando problemas de congestión en la red de transmisión.