[vc_row][vc_column][tm_heading style=»thick-separator» tag=»h5″ custom_google_font=»» google_fonts=»font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal» text=»Energías renovables: El camino que viene para cumplir las metas a 2030″ font_size=»lg:32″][vc_column_text]

Acelerar la inversión en tecnologías de almacenamiento, transmisión y redes inteligentes es uno de los desafíos más importantes para llegar más rápido al objetivo de tener una matriz más limpia.

Alcanzar el 70% de participación de las energías renovables al año 2030 fue uno de los compromisos que Chile asumió en la COP25 y que, a ojos de los expertos, no será difícil de cumplir.

El año pasado, el porcentaje de participación fue de 27%, según cifras de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera). El mismo organismo estima que este año la participación estará entre el 35% y 40%. De hecho, el director de estudios del gremio, Darío Morales, cree que el objetivo podrá cumplirse ‘mucho antes’, considerando el aporte de las centrales hidroeléctricas, que ronda entre el 15% y el 20%.

Para Paulo Rojo Gutiérrez, manager de Deloitte, los pasos que se han dado en los últimos años permiten al país plantarse ‘con buenas perspectivas’ de cara a cumplir los objetivos a 2030, muchos de los cuales son globales.

Pero también hay desafíos a considerar. La forma en que se promueva la inversión en tecnologías de almacenamiento, transmisión y redes inteligentes en los próximos tres años es lo primero que advierte Morales. A su juicio, se deben dar ‘a un ritmo tal que permitan operar un sistema eléctrico con alta penetración renovable mucho antes de lo que la mayoría se imagina’. En ese escenario, cree que es primordial ‘actuar más rápido de lo que lo hemos hecho hasta el momento, para promover la integración de las renovables, y actuar en consecuencia’.

La voluntad política también es clave, señala el ejecutivo de Deloitte.’Alcanzar el objetivo dependerá fuertemente del presente gobierno y del resto de los agentes del mercado para que podamos diseñar y acordar un sistema con una mirada holística y una operación eficiente que integre adecuadamente las distintas tecnologías limpias’, sostiene, coincidiendo con Morales. También señala que ese sistema debe ir con una implementación gradual, y considerar los impactos de un escenario de escasez eléctrica donde probablemente el país ya no contará con la mayoría de las centrales térmicas que hoy representan el 40% de la capacidad instalada.

Morales también observa desafíos en esa línea, y dice que hoy la gran preocupación es que la situación coyuntural de estrechez energética no afecte los planes de largo plazo de la transición: ‘Tal vez durante este año debamos seguir usando diésel caro y contaminante para poder reducir el riesgo de racionamiento. Sin embargo, debemos tener claro que es probable que el próximo año sigamos con una fuerte sequía y, por lo tanto, desde ya debemos ir tomando las medidas que nos permitan reducir el riesgo de racionamiento, esta vez sin depender excesivamente de los combustibles fósiles. Pero el próximo año no tendremos excusas’.

Fuente: Diario Financiero[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=»lg:30″][/vc_column][/vc_row]