[vc_row][vc_column][tm_heading style=”thick-separator” tag=”h5″ custom_google_font=”” google_fonts=”font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal” text=”Energía solar térmica puede suplir hasta 40% de la demanda en la agroindustria” font_size=”lg:32″][vc_column_text]

Según las estimaciones del Centro de Tecnologías para la Energía Solar de Fraunhofer Chile, estas aplicaciones tienen un alto potencial para ser usado en este sector productivo, el que poco a poco se abre al uso de energías renovables.

La energía solar térmica podría reemplazar hasta en 40% la actual demanda de este tipo de procesos en la agroindustria nacional, incorporando fuentes energéticas sin emisiones al sector, las cuales se encuentran en su fase de estudio para ser aplicadas en este sector productivo, según destacan los principales actores que trabajan en esta materia dentro del país.

Y es que, según los especialistas, el potencial para usar este tipo de tecnología renovable en la industria agrícola es alto, debido a los menores costos que implican los proyectos solares térmicos, debido a la baja en los costos que han experimentado estos equipos a nivel internacional en los últimos años.

Pertinencia

Darío Morales, director de Estudios de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera A.G.), destaca el horizonte que tiene esta tecnología, por cuanto “los sistemas solares térmicos aprovechan la energía del sol para generar calor y frío para procesos industriales, así como también para producir agua caliente sanitaria permitiendo, de esta forma, sustituir el consumo de combustibles fósiles”.

A su juicio, los altos valores de radiación solar existentes en el territorio nacional son una base para incorporar sistemas de almacenamiento térmico en distintos sectores productivos, a los que se puede adaptar la tecnología solar, particularmente en la agroindustria.

Este diagnóstico es compartido por María Teresa Cerda, líder del Grupo de Sistemas Solares Térmicos de Fraunhofer Chile: “Desde hace años que la agroindustria chilena ha demandado mayores esfuerzos para poder innovar en sus procesos. Especialmente en esta pandemia, nos hemos dado cuenta de su importancia en la cadena de suministros para el país, por lo que hemos realizado algunos de los proyectos innovadores que se han podido desarrollar en esta industria en materia de I+D en energía solar”.

“Todavía son pocos ejemplos los que existen, principalmente en industrias de elaboración de bebidas con y sin alcohol. Algunas empresas han recurrido a nosotros con sistemas instalados que no estaban bien calculados para su demanda. Y más que sistemas instalados, en Chile todavía estamos en fases de estudios; nos falta atrevernos, invertir e innovar en este tipo de sistemas, porque tenemos los conocimientos y el capital humano para hacerlo”, precisa la especialista.

Según Annika Schuttler, Project leader de Energy & Sustainability de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio (Camchal), la integración de energía solar térmica “es factible en la mayoría de los procesos agroindustriales que requieren de calor, sea para calentar el agua para el aseo (por ejemplo limpieza de cubas en el sector vitivinícola, o lavado de equipos de ordeña en el sector lechero) o también para procesos directamente vinculados a la manipulación de los productos (por ejemplo para la producción de fruta deshidratada, el secado de hortalizas o el secado de los frutos secos)”.

Darío Morales agrega que esta tecnología también sirve para la generación de frío por absorción, “en que se usa un equipo que utiliza energía solar como reemplazo del compresor de un ciclo de refrigeración estándar”.

El ejecutivo sostiene que otra aplicación que se desarrolla en Alemania es el uso de sistemas fresnel para aplicaciones que requieren alcanzar temperaturas mayores. “Son un arreglo de espejos planos que concentran la luz del sol en un fluido que se quiere calentar. Estos sistemas son más fácil de usar y de menores costos que los sistemas de cilindro parabólicousados en otras aplicaciones industriales”, dice.

Para María Teresa Cerda, el recurso gratuito que entrega la radiación solar es fundamental para los procesos productivos del agro. “Hoy estamos en condiciones de competir con los valores alimentos es bastante frecuente: “Durante una de nuestras giras tecnológicas que hemos realizado en el marco de nuestro proyecto Smart Energy Concepts pudimos visitar varias cerveceras que trabajan con este tipo de sistemas. En el proceso cervecero se requiere calor y hemos visto producciones en las cuales este calor industrial se ha podido obtener a través de sistemas termosolares. Varias empresas que requieren frío también trabajan con la tecnología de frío por absorción, o frío solar”.

Por su lado, María Teresa Cerda destaca el avance que registran en esta materia España, Sudáfrica y México, señalando que en este último país “se está integrando energía solar térmica en procesos que demandan tanto vapor como agua caliente -como procesos de pasteurización, pelletizado y maceración-, para las industrias de hotelería, láctea, alimentos e- incluso-, para hacer el tradicional tequila”.

“Parte importante de nuestro trabajo ha consistido en difundir estas tecnologías solares térmicas en la industria de bebidas, bajo el concepto de Drink Solar, en alianza con importantes empresas del rubro. Nuestro desafío es lograr abrir caminos a la agroindustria para que puedan alcanzar metas de eficiencia energética y reducir su dependencia de combustibles fósiles, mejorando así su competitividad y sustentabilidad”, sostiene la especialista de Fraunhofer Chile.

Retos

A futuro los especialistas proyectan la necesidad de aumentar las inversiones en actividades de Investigación y Desarrollo (I+D) en energía solar para llegar a sectores productivos como el agro. De acuerdo con María Teresa Cerda, es necesario profundizar la innovación en el corto y mediano plazo dentro de los sectores industriales del país.

“Todavía no entendemos que es una ventaja competitiva tener ideas en desarrollo continuamente, estar mirando al futuro cercano y lejano, tener maneras de reinventarse para poder mejorar tu producto y lo que ofreces al mercado. En esto me refiero tanto a las empresas como al Estado, debiera poder realizarse una alianza ventajosa entre ambos, porque el país gana con mayor innovación de sus empresas y con personas mejor capacitadas para enfrentar los cambios. Si algo nos enseña esta pandemia, es que todo cambia y rápido; hay que estar preparado”, sostiene.

Y añade: “En nuestra experiencia, cada vez que tenemos una empresa visionaria queriendo implementar este tipo de tecnologías, nos encontramos con la brecha que desconocen su demanda térmica, situación que se replica en la gran mayoría de las industrias en Chile. Si tienen medidores, muchas veces los datos no son analizados o los medidores no están calibrados o, simplemente, están desconectados”.

Pensando en ello, la especialista destaca el trabajo de Fraunhofer Chile para desarrollar un sistema de medición inteligente que permita ayudar a las empresas con esta información. “Para esta industria, hablamos de un potencial de poder suplir una demanda térmica del 40%. Imaginen poder reemplazar el total por energía limpia, que no contamina y que ayuda a combatir el reto más importante que tendrá la humanidad del siglo XXI luego que pase el virus: el cambio climático”.

Annika Schuttler indica que también existen retos financieros y operacionales que derrumbar para aumentar la presencia de la energía solar térmica en la agroindustria. Explica que en el primer ámbito “la empresa tiene que justifica la inversión y si algunas compañías no están dispuestas a aceptar inversiones que tengan un retorno de más de tres años, no se implementará el proyecto (los proyectos solares tienen un retorno de aproximadamente 6 a 8 años). La solución aquí podría ser un modelo ESCO donde la inversión la hace la compañía que instala el proyecto y simplemente vende el calor a la empresa productiva.

En cuanto a los retos operacionales, la especia lista asegura que las empresas tienen “miedo” de tener que interrumpir la producción y, por lo tanto, verse obligadas a tener que contratar personal que sepa operar y mantener un sistema nuevo.

“En todo caso, desde nuestro punto de vista, la energía solar térmica juega un rol muy importante en lograr la meta propuesta para Chile de ser carbono neutral al año 2050. Hasta ahora, más que nada se está avanzando en cuanto a la descarbonización de la matriz eléctrica, pero en relación a la energía térmica, todavía no se ha avanzado mucho y en esto, la energía solar térmica va a hacer una gran contribución”, agrega.

Darío Morales concluye que el sector agroindustria, en general, tiene flujos de caja estacionales, por lo que presenta más de un desafío financiero para avanzar en la integración de energías renovables, pero aclara que este proceso de inversiones y adaptaciones tecnológicas actualmente se ven favorecidos por la disminución progresiva de los costos para implementar sistemas térmicos en base a la energía solar.

Fuente: Revista Electricidad[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=”lg:30″][/vc_column][/vc_row]