CHILE, ANTES Y DESPUÉS DE ACERA: CHILE, ANTES Y DESPUÉS DE ACERA:

El principal logro de ACERA en los últimos 20 años ha sido demostrar, con respaldo y movilización de recursos, que las energías renovables son capaces de desplazar a las fuentes fósiles contaminantes para la generación eléctrica.

Es justo decir que ACERA ha liderado la transición energética en Chile, siendo capaz de generar alianzas entre el mundo público y privado, desarrollar un mercado para las energías renovables de gran escala, e integrar la ciudadanía y las ONG en un esfuerzo conjunto para transformar nuestro país en uno donde el futuro energético se mira por el lente de los recursos renovables y limpios.

Para destacar los logros de la industria de las energías renovables no convencionales (ERNC), en estos 20 años, es necesario dar cuenta del panorama que existía en Chile cuando nació ACERA: el año 2003 había una participación relevante de energía hidroeléctrica, pero la energía producida por el sol y el viento era nula. Tampoco se incluía el desarrollo de estas fuentes en los planes de obras de la autoridad. Así las cosas, los liderazgos de la asociación, particularmente de sus directores ejecutivos y miembros del Consejo, se propusieron ir mucho más allá de los objetivos de la política pública.

Ana Lía Rojas, directora ejecutiva de ACERA, explica que ya el mero hecho de constituir en este contexto una asociación para la promoción e impulso de las energías renovables era un logro, pues su visión no era compartida por los agentes de la industria eléctrica.

En sus inicios, el principal desafío de ACERA fue vencer la desconfianza inicial sobre las ERNC y contrapesar la intensa campaña de descrédito que sufrieron durante los primeros años de la década pasada. Esto, con el fin de convencer a los tomadores de decisiones de que las energías renovables no convencionales, además de ser una respuesta a la diversificación y no contaminantes, eran proyectos que podían competir de igual a igual con las fuentes de energía tradicional, sin la necesidad de subsidios, siempre y cuando se levantaran las barreras de entrada.

«En 2003 apenas existían algunas decenas de compañías que participaban en el mercado de generación, pero hoy la cifra supera las 500 empresas coordinadas a nivel nacional. Además, la producción de energías que provienen del sol y del viento representa un tercio de toda la producción de energía eléctrica del país. Otro ejemplo concreto es la fuerza del mercado de energías renovables no convencionales a la fecha: si la Ley ERNC propiciaba el 20% de cara al 2025, hoy el país ronda el 40%», destaca Rojas. A partir de entonces, ACERA ha realizado un trabajo sistemático junto a otras organizaciones clave de la sociedad civil, derribando mitos y barreras para las energías limpias y verdes.

I+D+i

Si bien el fomento de la investigación y desarrollo tecnológico nunca ha sido un objetivo explícito de ACERA, por medio de sus asociados ha empujado fuertemente la aplicación y el despliegue de nuevas tecnologías, sin las cuales la transición energética no sería exitosa.

José Luis Opazo, CEO y fundador de Ciudad Luz, señala que gracias a la diversificación y desarrollo del sector, en los últimos años, es posible pensar en un futuro energético 100% generado a partir de energías renovables y almacenamiento.

«Hace 20 años no había prácticamente ningún MW de ERNC conectado al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), ni existían innovaciones regulatorias o de mercado para la penetración masiva de estas fuentes de energía. Hoy el desarrollo de almacenamiento, el rol de la electrónica de potencia en proveer de servicios de suficiencia, así como la estabilidad y la regulación del sistema eléctrico demandan importantes esfuerzos de experimentación en condiciones reales de operación de las redes», señala el también consejero de ACERA.

LEGISLACIÓN

Otro de los hitos históricos de ACERA fue el decidido apoyo que, el 2008, dio a la primera ley de ERNC tramitada en Chile. Aunque la misma apuntaba a un tímido 10% de participación en 2024, postuló a las ERNC como una opción real y factible. Posteriormente, cuando el ángulo climático fue de amplio consenso, ACERA logró consolidarse como referente de la industria y un ejemplo seguido por organizaciones similares en Iberoamérica.

Felipe Fruhling, socio del área de energía y proyectos del estudio de abogados Guerrero Olivos y consejero de ACERA, sostiene que la entidad también ha colaborado en discusiones que han terminado en otras leyes trascendentales para incorporar más ERNC a nuestra matriz energética, como la Ley 20.805 (2015), que hizo ajustes a las licitaciones de suministro eléctrico a clientes regulados, incorporando un diseño con bloques horarios, lo que permitió calzar la oferta de generadoras renovables con el requerimiento de consumos. La competitividad de precios de esas ofertas hizo posible, desde 2014 en adelante, adjudicar las licitaciones a las ERNC y que estos proyectos pudieran obtener financiamiento en los bancos para su desarrollo y construcción.

Otros hitos son los acuerdos para la salida de las centrales de carbón; la Ley de Almacenamiento; la Ley Marco de Cambio Climático, que adopta la transición energética como una política de Estado; y otras instancias que han contado con una participación activa de la asociación.

IMPACTO SOCIAL

La transición energética no implica solo un cambio técnico o de mercado, sino también cultural. Muchas de las empresas socias de ACERA llegaron a Chile en el transcurso de las últimas dos décadas, trayendo inversiones, oportunidades de empleo, diversificación de profesiones requeridas y, junto con ello, una importante incorporación de mujeres al rubro, aportando mayor dinamismo al sector eléctrico.

«El 2018, también incorporamos el almacenamiento de energía dentro de las tecnologías promovidas, otorgando a la misma un rol clave y complementario para avanzar en las metas de descarbonización y transición energética», señala Rojas. Asimismo, la asociación ha mantenido un permanente intercambio con las principales universidades del país y con Corfo, a modo de orientar y apoyar iniciativas relacionadas.

Carlos Finat, ex director ejecutivo de ACERA, también destaca el rol que ha tenido la asociación en lo que respecta al planteamiento de que el desarrollo masivo de la generación de ERNC no solo es posible, sino también conveniente para nuestro país, tanto desde el punto de vista técnico y económico como en materia ambiental y climática. «El convencimiento que sustenta este planteamiento se manifiesta en diferentes estudios técnico-económicos que han servido para sustentar cambios regulatorios fundamentales para impulsar el desarrollo de las ERNC.

«El convencimiento que sustenta este planteamiento se manifiesta en diferentes estudios técnicos-económicos que han servido para sustentar cambios regulatorios fundamentales para impulsar el desarrollo de las ERNC. Algunos de sus aportes son un estudio (2012) que mostraba que en 2020 se podía alcanzar el 20% de generación ERNC; la propuesta de incorporación de bloques horarios en las licitaciones de las distribuidoras (que impulsó una inédita baja de precios de la energía), y otro estudio (2021) que, por primera vez, mostró posibles trayectorias para alcanzar la neutralidad de emisiones en la generación eléctrica antes del 2040», menciona.

DESAFÍOS

Ana Lía Rojas sostiene que, desde el punto de vista técnico, aún sigue siendo necesario avanzar en las reformas necesarias para cumplir las metas de descarbonización del país y llegar a una matriz 100% renovable, pero velando por tarifas eléctricas sinceras que otorguen las señales de inversión que se requieren.

«Esto impone avanzar en diferentes líneas de acción, como reformas en los diseños de los diversos mercados, pero, principalmente, energía, potencia y servicios complementarios, así como la incorporación y valoración de nuevas tecnologías que aporten flexibilidad al sistema. También son necesarias reformas que favorezcan un desarrollo armónico de los proyectos con el territorio y sus comunidades», destaca.

En términos políticos, la ejecutiva señala que otro gran desafío es llegar a un consenso entre los diferentes poderes del Estado y la sociedad civil respecto a las velocidades que requieren las inversiones en ERNC como pilar de la descarbonización del sector eléctrico, así como reforzar la eficiencia energética y la electrificación de consumos para mejorar la competitividad de las tarifas eléctricas.

José Luis Opazo añade que es sumamente importante incluir a los usuarios en el proceso, tanto a las familias como a las empresas de todo tamaño, ya que son los actores activos de la transición energética.

«Las soluciones de energía distribuida, como la autogeneración solar, tienen hoy el potencial de duplicar todo lo instalado en solar y eólico en 15 años, sin nuevas líneas de transmisión y de forma eficiente. Solo así llegaremos al 2050 con el 100% de ERNC y almacenamiento, habiendo cumplido nuestro compromiso de una sociedad neutra en emisiones de dióxido de carbono», puntualiza el consejero de ACERA. apuntaba a un tímido 10% de participación en 2024, postuló a las ERNC como una opción real y factible. Posteriormente, cuando el ángulo climático fue de amplio consenso, ACERA logró consolidarse como referente de la industria y un ejemplo seguido por organizaciones similares en Iberoamérica.

 

Fuente: El Mercurio