[vc_row][vc_column][tm_heading style=»thick-separator» tag=»h5″ custom_google_font=»» google_fonts=»font_family:Poppins%3A300%2Cregular%2C500%2C600%2C700|font_style:300%20light%20regular%3A300%3Anormal» text=»Acciona: “Es imprescindible cambiar la forma de remunerar la potencia, ya que la actual castiga a las centrales ERNC”» font_size=»lg:32″][vc_column_text]
Con dos proyectos que entraron en operación en medio de la pandemia, la firma suma 684 MW que equivalen a una inversión de US$ 1.000 millones.
Aunque el sector eléctrico ha vivido intensos cambios en el último tiempo, se ha mantenido resiliente en medio de los estragos del Covid-19. Uno de esos actores ha sido Acciona, la principal empresa de energía renovable a nivel mundial, que ha logrado mantener su ritmo de operación sin grandes inconvenientes a pesar de tener proyectos en construcción. De hecho, sólo dos colaboradores se contagiaron entre más de 1.500 personas que tienen en las distintas iniciativas, entre directos e indirectos. El director general de Energía de Acciona para Sudamérica, José Ignacio Escobar, relata que pudieron combinar la experiencia de la casa matriz en España con medidas locales, lo que permitió mantener el ritmo de inversión según lo planificado y solo registrar atrasos menores que no han afectado las fechas comprometidas.
Su principal hito en Chile fue poner en servicio en agosto dos plantas en medio de la pandemia. Se trata del parque eólico Tolpan, ubicado en la comuna de Renaico en la Región de La Araucanía, de 84 MW; y la planta solar Usya en Calama en la Región de Antofagasta, de 64 MWp (megawatts peak). A esto se suma que también en este período se inició la construcción de la planta fotovoltaica Malgarida en la Región de Atacama de 238 MWp, con una envergadura similar a la también iniciativa solar El Romero. En definitiva, con la operación de Tolpan y Usya la capacidad operativa de Acciona en Chile alcanza los 684 MW, los que equivalen a una inversión de US$ 1.000 millones. Si se le agrega Malgarida -que involucra US$ 170 millones- significa que el próximo año alcanzaría los 922 MW. Así, Acciona sigue con su plan intacto de tener 1.500 MW al 2025 operando en la región entre Chile, Perú y Colombia.
‘Con eso nuevamente mantenemos el liderazgo como la generadora más grande renovable en Chile y nos vamos acercando ya a la meta de los 1.000 MW instalados’, dice, agregando que probablemente el próximo año podrán anunciar un proyecto adicional. De esta forma, se inicia la segunda etapa en los planes de la firma española.
El escenario en los últimos meses ha estado marcado por las regulaciones. La última de ellas fue la estrategia de flexibilidad que fue presentada la semana pasada por el gobierno a través de 12 medidas en tres ejes de acción donde se incluye, por ejemplo, una mejor remuneración de la potencia. Consultado por el reciente anuncio, Escobar asegura que la estrategia de flexibilidad está acorde con la visión de la compañía en orden a que Chile puede prescindir del uso de combustibles fósiles para la generación eléctrica durante esta década.
‘Para ello, la incorporación de nuevas tecnologías, contar con un marco regulatorio moderno y una operación del sistema más inteligente y flexible, son elementos fundamentales que permitirán no sólo incorporar más ERNC al sistema, sino que también garantizarán precios económicos para los consumidores y mayor seguridad del suministro’, destaca. Frente a las medidas propuestas, asegura que, en particular, ‘es imprescindible cambiar la forma de remunerar la potencia, ya que la actual metodología castiga duramente a las centrales ERNC (Energías Renovables No Convencionales), privilegiando la instalación de centrales de respaldo en base a combustibles fósiles innecesarias, caras y muy contaminantes’.
Agrega que esta transformación del sistema eléctrico permitirá que otras industrias puedan también descarbonizarse y hacer más competitivos sus productos y servicios. Otro elemento que destaca como primordial a la hora de hablar de flexibilidad es el almacenamiento. Escobar relata que tienen varios pilotos en España, pero lo que falta en Chile para que esto pueda despegar de forma masiva es un marco regulatorio que catalogue los sistemas de batería como corresponde y que luego genere una forma para remunerarlos adecuadamente. Sin embargo, cuenta que ya están evaluando cuáles serían los lugares idóneos dentro de Chile para tener sistemas de almacenamiento, qué tamaño tienen que tener, cuánta energía deben almacenar y qué tecnología de almacenamiento usar, entre otros aspectos.
Fuente: Diario Financiero[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][tm_spacer size=»lg:30″][/vc_column][/vc_row]